Ha sido un fin de semana productivo para la consejera Fadela Mohatar debido a su participación en la conferencia sectorial de Cultura celebrada en Avilés (Asturias).
Durante estos días, Mohatar ha podido charlar con interlocutores del Ministerio de Cultura y de la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural.
La intención principal de estos contactos era sondear las posibilidades de que Melilla acoja la segunda reunión que recibe España –después de la de Sigüenza (Guadalajara)- dentro de los encuentros establecidos por el convenio de Faro (Portugal).
Se trata de un acuerdo a nivel europeo firmado en 2005 – aunque no entró en vigor hasta el 1 de junio de 2011 tras ser ratificado por diez estados- y que establece que, bajo el mandato del Consejo de Europa, los estados se comprometen a proteger el patrimonio cultural y los derechos de los ciudadanos a acceder y participar en dicho patrimonio.
El convenio de Faro establece derechos y responsabilidades hacia y para el patrimonio cultural basándose en el contexto del artículo 27 de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que garantiza el derecho "a participar libremente en la vida cultural de la comunidad". De la misma forma, el convenio también se centra en promover la sostenibilidad, el acceso y el uso de la tecnología digital en el contexto del patrimonio cultural.
A día de hoy, este convenio ha sido ratificado por 20 países.
La otra gestión realizada el fin de semana tiene que ver con la Biblioteca Pública de Melilla cuyo estado de conservación preocupa al Gobierno local, por lo que ya se han anunciado próximas reuniones telemáticas con los responsables del Ministerio para ver la manera de alcanzar un acuerdo para la reforma del edificio.
De la misma forma, la consejera intentó poner en valor el proyecto ‘Melilla, ciudad de cine’ y la adhesión de la ciudad a la Spain Film Comission, así como un acuerdo con el Festival de Málaga.
Por debajo de todo ello subyace el convencimiento de la Ciudad de que Melilla puede resultar atractiva desde el punto de vista cultural, opinión que corroboran algunos guías locales para quienes precisamente este es el punto que hay que potenciar. En cuanto a los rodajes cinematográficos, no cabe duda de que realizarlos en Melilla serviría para impulsar la actividad económica local y, al mismo tiempo, para promocionar el patrimonio, lo que podría ser de utilidad, a su vez, para incrementar el número de turistas interesados en conocer Melilla.
No se puede rechazar ninguna contribución para convertir Melilla en una ciudad más próspera. Pero la cultura y la historia que atesora esta ciudad deben ser uno de los ejes fundamentales.