El acusado fue detenido por su participación el 27 de octubre de 2012 en el apedreamiento en Beni Enzar contra la Policía Nacional en el que resultaron heridos diez agentes. También debe pagar 7.226 euros entre multas e indemnizaciones.
Un ciudadano alemán de origen marroquí, Mustafa Zakhnini, ha sido condenado a 9 años y 3 meses de prisión por su implicación en los altercados que se registraron el 27 de octubre de 2012 en la frontera de Beni Enzar que obligó a su cierre más de tres horas. Durante el lanzamiento de piedras contra la Policía Nacional resultaron heridos leves diez agentes. La sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 2, contra la que cabe recurso de apelación en la Audiencia Provincial, condena a Zakhnini a 7.226 euros entre multas e indemnizaciones.
Concretamente, el juez sentencia a Zakhnini a 4 años de prisión por un delito de atentado a la autoridad, 2 años y 6 meses por un delito de desorden público, a 2 años de prisión y una multa de 2.880 euros (16 meses a razón de seis euros diarios) por un delito de daños y a 9 meses de prisión más por un delito de resistencia. Además, le condena a pagar un total de 2.400 euros (40 días a razón de seis euros diarios) de multa por diez faltas de de lesiones y a una indemnización total de 1.946 euros a los diez agentes que resultaron heridos leves y al Estado por los daños en un furgón de la Policía Nacional y en un escudo de protección de antidisturbio.
El instigador: Said Chamtri
El fallo del Juzgado de lo Penal número 2 considera probado que el día 27 de octubre de 2012 a las 16:45 horas en la zona neutral en la frontera de Beni Enzar, un grupo numeroso de personas (entre 20 y 30) entre el que se encontraba el acusado Zakhnini, se congregó “bajo la dirección de una persona, al parecer Said Chamtri”. Ese grupo de personas, que ya sumaban medio centenar, “tras ser arengado contra las Fuerzas de Seguridad del Estado Español, de forma inopinada y agresiva, de común acuerdo y con la inequívoca intención de alterar la paz pública e impedir el normal funcionamiento de la frontera internacional, se acercaron hasta el carril de salida de España y entrada a Marruecos y usando vallas metálicas y sus propios cuerpos, lo bloquearon formando una barrera infranqueable”. “Seguidamente hicieron lo mismo con el carril de salida de Marruecos y entrada a España, cerrando ‘de facto’ la frontera”, añade la sentencia.
Los alborotadores, entre los que se encontraba Zakhnini, comenzaron a romper las aceras de la zona neutral y con los cascotes, “algunos de grandes dimensiones, llegando a tener el tamaño del puño de un adulto”, concreta la sentencia, comenzaron a lanzarlos, junto con botellas y otros objetos contundentes, contra los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que allí se encontraban, así como contra las propias instalaciones fronterizas.
El bloqueo de los carriles de la frontera y el apedreamiento se prolongó durante más de tres horas, concretamente desde las 17:15 hasta las 20:00 horas, tiempo que estuvo el paso fronterizo de Beni Enzar cerrado al tránsito de personas, vehículos y mercancías.
A consecuencia del apedreamiento diez agentes de la Policía Nacional resultaron heridos leves y un furgón policial sufrió desperfectos en el techo y en un lateral. Además, un escudo policial que quedó inservible.
El juicio
La sentencia fue dictada el pasado 26 de diciembre, tan sólo tres días después de la celebración del juicio en el que el acusado negó rotundamente haber participado en el altercado del 27 de octubre de 2012. También manifestó que no se había resistido agresivamente a la detención que se produjo semanas después, cuando fue reconocido en Beni Enzar por los agentes de la Policía Nacional.
La sentencia recoge que los agentes que le detuvieron reconocieron al procesado cuando intentaba entrar en Melilla por el paso de Beni Enzar. Se resistió violentamente al arresto y en el momento en el que le subieron al furgón policial, les dijo “Hijos de puta, cabrones, policías de mierda. Cuando vayáis a Marruecos, os voy a cortar el cuello”.
Las grabaciones
A lo largo del juicio se reprodujeron algunas grabaciones realizadas durante la tarde del apedreamiento en Beni Enzar, en las que el juez afirma que “si bien es cierto que no se puede identificar sin duda alguna a Zakhnini como una de las personas captadas en las grabaciones, ello no implica su falta de participación en los mismos, tales grabaciones sí acreditan, de forma palpable, la grave alteración de la paz y orden público que se perpetró aquel día de forma violenta y agresiva”.
En este punto, el juez de lo Penal número 2 destaca que el altercado fue “tan violento y agresivo que este juzgador estima que sólo el azar impidió lesiones mucho más graves y daños más cuantiosos en los bienes afectos al servicio público”.
Además, explica que aunque el procesado no aparezca en las grabaciones de manera expresa, ello no quiere decir que no estuviera allí, teniendo en cuenta que los agentes de Policía, que declararon como testigos el día del juicio, identificaron a Zakhnini como uno de los participantes.
El abogado defensor insistió en el juicio que, dado que en las grabaciones no aparecía su cliente, no podía argüirse que estuviera, implicado en el altercado, pero el juez es taxativo: “Las grabaciones sólo son una muestra de lo sucedido, no recogen todo lo allí acaecido y no desvirtúan” las declaraciones de los testigos.
El letrado sostuvo también que no había concreción en la identificación de su cliente como uno de los autores del lanzamiento de piedras, pero el juez de lo Penal número 2 afirma que la declaración de los agentes, concretamente cuatro de ellos, identificaron claramente al acusado como uno de los participantes en las pedradas contra la Policía.
El procesado relató hasta tres versiones diferentes sobre su presencia durante el apedreamiento en la frontera
En la sentencia, el juez de lo Penal número 2 no considera creíble la declaración del acusado sobre el día de los hechos, teniendo en cuenta que ha contado hasta tres versiones diferentes. En el juicio, celebrado el pasado 23 de diciembre, reconoció que estaba en la frontera de Beni Enzar el 27 de octubre de 2012, pero aseguró que fue “un mero espectador de lo sucedido”. Tras ser detenido, el 10 de noviembre de hace dos años, declaró ante la Policía Nacional que estaba en la frontera y que tenía piedras porque “se las había quitado a un niño”.
En la fase de instrucción, el procesado declaró ante el juez que efectivamente tenía piedras y que éstas se las había quitado a “otras personas” a las que “recriminaba su actitud”.
Además, negó haberse resistido a la detención y afirmó que los agentes de Policía “le pegaron”. Sin embargo, el juez expone en el fallo que Zakhnini “se negó a ser explorado por el médico” por lo que, al no existir un parte de lesiones, no considera probado que recibiera golpes por parte de los agentes, como aseguró el acusado en el juicio.
Cuatro policías identificaron al acusado en el juicio
En la sentencia, el juez subraya que las declaraciones de todos los testigos “describieron de forma contundente, seria y creíble” los “graves disturbios acaecidos en la frontera de Beni Enzar”. De hecho, cuatro de los agentes identificaron a Zakhnini como uno de los participantes en el altercado, tanto en el bloqueo con vallas de los carriles de entrada y salida, como después del lanzamiento de piedras y otros objetos a los agentes. Por otra parte, el fallo recoge que uno de los testigos estuvo presente en la frontera el día de los hechos y el día de la detención y reconoció al acusado como una de las personas que lanzaron piedras aquella tarde así como de la resistencia que opuso en el momento del arresto semanas después de los disturbios.
El motivo del altercado: La Policía negó la entrada a varios marroquíes
Al parecer fue el celo de la Policía Nacional en el control documental de entrada a Melilla por el paso fronterizo de Beni Enzar la causa de los altercados del 27 de octubre de 2012. Según explicó hace dos años el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, declaraciones que recogió El Faro, los disturbios comenzaron cuando los agentes negaron la entrada a la ciudad a varios ciudadanos marroquíes, en su mayoría menores de edad y conocidos por los agentes por su perfil delictivo.
El Barkani afirmó que no había resultado herido ningún agente de la Policía, mientras que fuentes policiales indicaron a El Faro que fueron diez los que sufrieron heridas leves.
Esas fuentes explicaron a este diario que un grupo de personas comenzó a poner vallas metálicas boqueando la frontera. Luego Said Chamtri llegó a la llamada ‘tierra de nadie’ con más gente y sin mediar palabra comenzó la lluvia de piedras.
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