Melillenses creen que la solución a la emigración pasa por la creación de empresas en la ciudad

El flujo de migraciones está aumentando en Melilla en los últimos cinco años. Raro es escuchar a un melillense decir que no tiene algún familiar o conocido que ha tenido que emigrar a otras ciudades de la península o fuera de España. El destino extranjero que más se repite es Alemania. El Faro ha salido a la calle para comprobar cuales son los motivos de estas personas para hacer las maletas y marcharse de la ciudad, sin fecha de vuelta.

En el año 2021, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), 817 personas emigraron de Melilla al extranjero. La mayoría de emigrantes melillenses eligieron Alemania, seguido de Francia e Israel como destino.

La tendencia a la baja en cuando a movimientos migratorios, marcó un punto de inflexión en el año 2020, tal y como refleja el INE. Desde los años posteriores a la crisis económica de 2008, las migraciones crecieron exponencialmente. Fue en el año 2013, cuando se alcanzó el máximo, 2215 emigraron al extranjero.

Desde 2013, las migraciones bajaron paulativamente, pero la crisis del coronavirus parece que está causando estragos. La curva de la cifra de personas que emigran hacia otros países ha vuelto a comenzar a subir.

Los jóvenes son los más perjudicados

"Hay mucha gente que tiene que emigrar porque aquí no hay trabajo", recalcó José. Este melillense ve muy negro el futuro de la ciudad y sobre todo el de los jóvenes. Un ejemplo claro es el de su hija. Ella está estudiando una carrera universitaria fuera de Melilla y cree que no va a volver nunca. "El que sale de Melilla para estudiar ya no suele volver", aseguró.

Para este padre la situación es normal. Aunque hubiera más universidades donde se pudieran estudiar otras ramas de conocimiento, destacó José, los jóvenes seguirían saliendo fuera de la ciudad en busca de mejores oportunidades de trabajo. "No le veo futuro a esta ciudad", vaticinó.

Otro melillense con una opinión muy parecida es José Luis. "Aquí no hay trabajo, no hay fábricas, no hay nada", recalcó. De esta manera, para José Luis, el único futuro que le queda a los jóvenes de Melilla si se quieren quedar en la ciudad, es entrar en el Ejército. El mercado laboral y las oportunidades brillan por su ausencia, según su opinión.  "¿Si no qué futuro tiene aquí en Melilla?", añadió.

Debido a esta situación, Jose Luis destacó que a los jóvenes solo les queda salir de Melilla en busca de un trabajo a la península o al extranjero, como ya han hecho otros antes. Él tiene más de un conocido que ha tenido que emigrar a Alemania o a Reino Unido.

En lo que sí discrepa José Luis es en la vuelta. Él es de la opinión de que "la tierra tira". Es lo mismo que debieron pensar sus amigos. Uno de ellos aguantó dos años en Reino Unido y luego regresó, un tiempo parecido al que vivió su otro conocido en Alemania.

En este mismo país viven melillenses sin perspectiva de vuelta. "Conozco muchos jóvenes que se han ido a Alemania a trabajar", explicó a El Faro Yamal, que asegura, que tiene conocidos  "que están esperando para marcharse" a este mismo país.

Yamal destacó que sus conocidos en Alemania han encontrado muchas más oportunidades de trabajo, por lo que no esperan volver pronto. "La mayoría de los que se van se quedan allí porque han encontrado trabajo", añadió.

Este melillense lo achaca a la falta de trabajo. "Ha disminuido mucho en Melilla desde que la frontera está cerrada", recalcó Yamal. Es por eso que espera que pronto se pueda solucionar.

Causas

Entre las respuestas de los encuestados por El Faro destacan que las causas de las migraciones se deben a la estructura del mercado laboral en Melilla. La mayoría de respuestas señalan la falta de empresas, creadoras de puestos de trabajo, como el principal problema.

"Hacen falta más empresas, que den facilidades para que puedan implantarse empresas aquí", comentó Enrique. Este melillense cree que se deberían de dar más facilidades fiscales a las empresas que quieran abrir en la ciudad. De esta forma, remarcó, se crearían más puestos de trabajo y los jóvenes no tendrían que emigrar.

Aunque la mayoría coinciden en es difícil que los migrantes vuelvan a Melilla, siempre hay alguien más optimista. Es el caso de Faisal.  Este melillense cree que la economía mundial se está resintiendo. "Ahora todo ha cambiado", apuntó. Así que en su opinión, ya no sale tan a cuenta mudarse a otro país "a encontrar su suerte", añadió.

Así mismo, el problema de los melillenses que se ven obligados a emigrar no viene de ahora. Esto es lo que aseguró Juan Miguel, encuestado por El Faro, que explicó que también ocurría durante su juventud. Él destacó que de los compañeros que tenía en clase cuando estudiaba, ninguno volvió a Melilla. "Muchos jóvenes acababan los estudios y aquí no venían", añadió este melillense.

Emigrar no es solo de jóvenes. Farid, otro melillense encuestado por este diario, ve el futuro de Melilla muy negro para sus habitantes. A él, explicó, le gustaría irse a otra ciudad junto a sus hijos a buscar oportunidades. "A mí me gustaría irme a la península, sobre todo a Málaga",confesó Farid.

Aunque no tiene buenos augurios, cree que la situación se podría revertir implantando franquicias que creen empleo, pero que la solución está en manos de los políticos, que son los que verdaderamente tienen que pensar por el bien de Melilla.