Amenazó con quitarse la vida por la reciente muerte de su hija. Fue rescatado por los Bomberos. Un inmigrante de nacionalidad argelina, residente en el CETI de la ciudad autónoma, amenazón con quitarse la vida ayer en la Plaza de España, a plena luz del día, ante la mirada atónita de decenas de viandantes que en aquel momento paseaban por la zona.
En torno a las 17:00 horas, el Cuerpo de Bomberos recibió aviso de que había una persona encaramada en uno de los árboles de la Plaza España, en concreto justo delante del Palacio de la Asamblea. Al acudir al lugar de los hechos, comprobaron que el afectado, que se encontraba a unos diez metros del suelo, amenazaba con saltar al vacío.
La Policía Local creó un perímetro de seguridad para que ninguna persona se acercara al árbol donde estaba subido el inmigrante, mientras que los miembros del Cuerpo de Bomberos procedieron a colocar un colchón de rescate para amortiguar la caída si el inmigrante finalmente se lanzaba al vacío.
Acto seguido, un bombero, Antonio Creus, se acercó hasta donde se encontraba el afectado gracias a un vehículo con escalera extensible. Al llegar a su altura, preguntó qué razones tenía para querer quitarse la vida. El inmigrante, que hablaba español de manera rudimentaria, le explicó que una de sus hijas había fallecido recientemente y que “quería verla”, ya que “no soportaba estar sin ella”.
“La conversación fue un poco confusa, ya que no hablaba bien español”, señaló Creus. “También comentó algo de malos tratos sufridos por su mujer, pero no pude entenderle correctamente”, aseveró. Mientras el bombero iba convenciendo al suicida para que no se tirara, una gran multitud fue congregándose en la Plaza de España, atraída por la escena.
Después de varios minutos hablando, el inmigrante accedió a bajar del árbol de manera voluntaria. Al llegar al suelo, visiblemente alterado, se negó a recibir asistencia médica, asegurando, a gritos, al personal sanitario que se acercó para atenderle que se encontraba bien y que su único problema era que había perdido a una hija.
“Fueron momentos muy tensos, se veía que estaba muy nervioso, por lo que me acerqué con cautela y hablándole de tú a tú para intentar calmarle. Finalmente, todo acabó bien”, señaló Creus.
Testigos presenciales
Según algunos testigos presenciales, el inmigrante reside en el CETI junto a su esposa y cinco hijos. Recientemente, ésta, que se estaba embarazada, sufrió “una paliza” a manos de otras internas del centro, lo que le provocó un aborto. Esta versión coincidiría con lo que el suicida le comentó al bombero, en lo referente a los malos tratos y la reciente pérdida de su hija.
Finalmente, y después de unos 30 minutos de tensión, el inmigrante descendió del árbol concluyó sin que hubiera que lamentar heridos. En la jornada de ayer, El Faro contactó con la Delegación del Gobierno para conocer al detalle la situación del inmigrante, sin obtener información alguna al respecto.